Os dejo un reportaje que he realizado sobre las diferencias entre admiradores, fans y fanáticos de un personaje.
¿ADMIRADOR, FAN O FANÁTICO? LOS LÍMITES MARCAN LA DIFERENCIA
Siempre ha estado presente el Fenómeno Fan en las vidas de la gente corriente. Sin embargo, hay distintos grados de fans, hay incluso personas que hacen lo imposible por estar cerca de ellos y otros tantos que se obsesionan. Pero al fin y al cabo siguen siendo personas y no tenemos conocimiento de realmente qué se entiende como "ser fan".
El Fenómeno Fan está protagonizado además de por los fans,
también por los ídolos. Según el Diccionario de la Real Academia Española, en
una primera acepción, un ídolo es la “imagen de una deidad objeto de culto”. En
una segunda acepción, se dice de una “persona o cosa amada o admirada con
exaltación”. "La relación
artista-fan depende de la persona. Alejandro es muy cercano y natural con ellas,
pero no todos los artistas son así. Por un lado, el tema fan es halagador pero
por otro, hay veces que puede ser agobiante: no hay límites, siempre hay que
estar con buena cara…Si no tienes una buena gestión emocional y madurez acerca
de tu trabajo, los nervios pueden saltar." dice Amy Bondía, encargada
de la gestión de la Gira Sirope Vivo.
La palabra fan proviene del inglés, es la abreviatura de
fanático. Pues, su origen primitivo procede del latín fanaticus. El concepto fan tiene su raíz histórica en las
sociedades aristocráticas. Las individualidades y personalidades más celebres
eran aquellas admiradas por el resto de la sociedad por la capacidad de
realizar gestas memorables. Eran idolatrados, venerados y consagrados como
modelos de conducta social. Los miembros de la sociedad, especialmente los más
jóvenes, querían emular a estos seres y a sus proezas, teniendo la ilusión de
algún día, poder llegar a ser como ellos.
Se denomina fan a la persona que es seguidor o admirador de
alguien o al entusiasta de algo. Aunque el significado de la palabra fan ha ido
evolucionando a lo largo del tiempo, según la investigación de Durant Busquets
“Actualmente, se utiliza el término fan en relación a los seguidores
incondicionales de determinados grupos musicales, equipos deportivos y,
especialmente, a los admiradores entusiastas de las figuras o estrellas más
destacadas. Su forma abreviada, «fan», apareció por primera vez en los Estados
Unidos a finales del siglo XIX en las descripciones periodísticas que
retrataban a los seguidores de los equipos deportivos profesionales (especialmente
de baseball y baloncesto) en una época en la que el deporte comenzaba a dejar
de ser una actividad predominantemente comunitaria para convertirse en un
espectáculo.”
Edward Palmer
Thompson, ensayista, historiador, articulista e intelectual británico, influyó
en el socialismo humanista. “Ser un fan es organizar la vida diaria de uno
mismo de tal manera que el seguimiento de una determinada actividad (tal como
ser un espectador de deportes), o el cultivo de una relación con determinados
productos mediáticos o géneros, llega a constituirse como una preocupación
central del yo y sirve para dirigir una parte significativa de la propia
actividad e interacción con los otros. Ser un fan es una forma de organizar
reflexivamente el yo y su conducta diaria. Visto de esta manera, no existe una
clara división entre un fan y un no-fan. Se trata sólo de una cuestión de
grado, del grado en que un individuo se orienta a sí mismo hacia ciertas
actividades, productos o géneros y empieza a reformular su vida en consonancia”.
Hay muchas gente que
admira a personas famosas, pero hay distintos perfiles de seguidores de los
artistas, series o películas, los que les gusta (admiradores), los que les
encanta (fan) y los que harían locuras por ver a su ídolo (fanático). Pese a
que ser fan lo es la mayoría de la gente en sus respectivos grados, también el
fenómeno fan adquiere connotación negativa, pues algunos fanáticos de los
artistas o de una serie o película pueden llegar a obsesionarse y mostrar
comportamientos fuera de lo común. "Me
da igual me voy a suicidar. Es la peor tragedia de mi vida y no quiero seguir
adelante" dijo Pavel, un fan de Michael Jackson tras la muerte del
cantante. Al igual que este ejemplo hay muchos casos de sucesos que sobrepasan
los límites y resultan aterrorizantes para sus ídolos. Otro ejemplo es el de
una mujer que literalmente cavó un agujero a las puertas de la casa de Cliff
Richard y vivió allí durante tres años para estar cerca de él. Según la Policía
de Los Ángeles, un acosador de Madonna, que se consideraba fan de ella, fue
arrestado después de haber escapado de un hospital, la enviaba cartas, la
llamaba a todas horas para decirla que la quería, entró tres veces a su casa
escalando la reja y amenazó a su seguridad con cortarles la garganta de oreja a
oreja si no dejaban que pasara a verla, en su último intento, un guardia de
seguridad se vio obligado a dispararle. También estos problemas de algunos fans
los sufrió la famosa actriz Jennifer Aniston, un fan suyo llamado Payton, viajó
de Los Ángeles a Pensylvania con la frase I
love you Jennifer pintada en su coche, traducida al español, "te
quiero Jennifer", quería raptarla, pues llevaba en el coche un cuchillo,
cuerdas además de cartas de amor que había escrito para ella. Estos son casos
de admiradores enfermos de personajes famosos. Eduardo Punset explica por qué
se produce, "el fan tiene un
elevado sentimiento de empatía por su ídolo y tiende a ponerse en la piel de
quien admira; luego, las neuronas espejo hacen el resto. La excitación que
provocan los logros de los admirados hace que el cerebro libere grandes dosis de dopamina, la molécula portadora de
la sensación de placer y también otras sustancias como son la oxitocina y la
adrenalina". Por ello, la Publicidad
hace uso de personajes famosos para sus anuncios.
Según el libro Audiencia,
fenómeno fan y ficción televisiva de María del Mar Grandío, los fans se
pueden distinguir en distintos grados según el seguimiento, el entretenimiento
proporcionado por la persona famosa o por algo que sigues como puede ser una
serie o una saga de películas, y la gratificación que recibes al ver al artista. Normalmente, el ser fanático requiere
de una serie de pasos previos, primero comienzas a seguir a una persona famosa
por sus cualidades en su trabajo como profesional, después comienzas a seguirle
en sus trabajos o en las redes sociales y en ocasiones, de ese paso comienzas
ya a ser fanático porque el placer que te proporciona conocerle o los trabajos
que realiza te encantan. "Le empecé
a seguir cuando jugaba en Inglaterra, ya en julio de 2010 me hice muy fan de
Cristiano Ronaldo" dice así Alicia, fan del deportista. Sin embargo,
hay diferencia entre una persona fanática y una persona obsesionada. Un
fanático admite críticas a su artista aunque no vaya a cambiar de idea, pero
una persona obsesiva no, la única verdad es la suya. “Todos los días sueño con
ella y hasta a veces creo que la veo en algún lugar”, comentó un fan de una cantante.
"Lo que más me
llama la atención es la inspiración y motivación que son algunos artistas para
sus fans. Hay personas que dicen que la música de un artista ha sido clave para
curarse de alguna grave enfermedad." afirma Amy Bondía.
María del
Mar Grandío distingue tres perfiles para clasificar a los distintos perfiles de
fans: creadores, activistas y conservadores. Los creadores son aquellos que
realizan su propio contenido a partir de un producto televisivo. Los activistas
son los que se organizan para luchar por su admirada serie, película o artista.
"Inventaría una máquina del tiempo
para poder ver a Freddy Mercury en directo" declara Pablo, fan del
cantante ya fallecido. Los conservadores son los que se informan sobre el
artista del que son fans o algo que admiran como las ficciones, por ejemplo,
Harry Potter. Si fuese a
ver a Tom Hanks o a Hugh Jackman supongo que me costaría dormir" afirma
Adrián, fan de estos actores.
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